En enero del 2020 tuve la increíble oportunidad de visitar y contribuir a la comunidad Mapuche-Lafkenche del sector Malalhue-Chanko, en las proximidades del Lago Budi. Mi estadía duró un total de 10 días, durante los cuales trabajé en proyectos específicos a petición de la familia ubicada en el sector. Dentro de las iniciativas que se llevaron a cabo durante el transcurso de mi estancia está el proyecto de instalación de un sistema de riego en el vivero de Allipén, la plantación de murtas en un huerto local de Malalhue-Chanko, y la poda de distintos árboles y maleza del sector.
Más allá del trabajo, durante mi tiempo de voluntariado pude explorar la zona, recorriendo varios puntos de interés y hasta pasando una noche en la playa. Adicionalmente, tuve la bonita experiencia de alojarme con una familia local durante mi semana y media en la comuna. En los momentos que no estuvimos trabajando o moviéndonos por el sector, pudimos compartir lindas y estimulantes conversaciones, siempre con la compañía de un mate y sopaipillas. La familia Raín no solo me hospedo, sino que también me hizo sentir en casa, asistiendo con cualquier duda o confusión que fuera surgiendo.
Lo experimentado, aprendido, y compartido durante mi permanencia en las cercanías del Lago Budi se conserva dentro de mí espíritu y mente, siempre con la certeza de que lo vivido debe ser apreciado y retenido dado el entorno único e íntimo que se dio en esos momentos. Altamente recomiendo la experiencia de voluntariado con MAPLE Microdesarrollo para cualquier persona que busca expandir sus horizontes y aprender un poco más sobre el mundo.